Hoy hace un año nos íbamos a Italia mi papá, su mujer, mis dos hermanas y yo. Un viaje que decidimos concretar casi de un día para el otro aunque llevaba años en nuestras mentes poder realizarlo, ya que el deseo de mi papá era poder viajar con nosotras a conocer el pueblo donde nació su padre (mi abuelo). Ese pueblo se llama Pannaconi ¡Y el momento llegó y partimos hacia Venecia!

Realmente un viaje increíble en el cual mi papá se ocupó de todo y nosotras la único que nos quedó por hacer fue disfrutar y volver a ser hijas y hermanas. Una experiencia única en la que, después de muchos años de no convivir, fue hermoso poder volver a hacerlo.
Armamos un buen equipo. Mi papá se ocupó de los pasajes, hoteles, traslados; su mujer de ver qué podíamos hacer en cada lugar y como dije antes, nosotras tres de volver a ser hijas y disfrutar cada momento y cada lugar.
Recorrimos Venecia, Florencia, Roma, la Costa Amalfitana (parando en Sorrento y Positano), Tropea (donde el objetivo era conocer a la familia de mi abuelo y ¡lo logramos! en Pannaconi-Calabria), Roma y vuelta a Buenos Aires.
